Las albóndigas caseras son un plato clásico y reconfortante que se ha transmitido de generación en generación. Este manjar, lleno de sabores y texturas, es perfecto para compartir en familia o con amigos. En esta receta, te guiaremos paso a paso para preparar unas albóndigas caseras irresistibles que seguramente se convertirán en un favorito en tu hogar.
Ingredientes:
- 500 g de carne molida (mezcla de carne de res y cerdo).
- 1 huevo.
- 60 g de queso parmesano.
- 30 ml (2 cucharadas) de aceite de oliva.
- 1 diente de ajo picado.
- 5 g (2 cucharadas) de perejil, picado.
- 30 g de pan rallado fresco.
- 30 ml (2 cucharadas) de leche.
- Sal y pimienta al gusto.
- Harina de todo uso para dragado.
- 120 ml de vino blanco seco.
- 120 ml de agua.
Preparación:
- En un tazón grande, combina la carne molida, el huevo, el queso parmesano, el ajo, el aceite de oliva, el perejil, el pan rallado, la leche, la sal y la pimienta. Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea y bien integrada.
- Forma bolas con la mezcla de carne, asegurándote de que tengan un tamaño uniforme. Luego, draga cada albóndiga en harina, cubriéndolas completamente. Este paso ayudará a que las albóndigas desarrollen una capa crujiente al cocinarse.
- En una sartén, calienta un poco más de aceite de oliva a fuego medio. Coloca las albóndigas en la sartén y cocina durante aproximadamente 5 minutos por cada lado, o hasta que adquieran un color dorado y una textura crujiente.
- Una vez que las albóndigas estén doradas, vierte el vino blanco seco y el agua en la sartén. Reduce el fuego a bajo y cocina a fuego lento durante 10 minutos adicionales. Este paso permitirá que las albóndigas absorban los sabores del líquido, añadiendo un toque de exquisitez a la receta.
Conclusión:
En conclusión, estas albóndigas caseras son una opción culinaria perfecta para quienes buscan un plato reconfortante y delicioso. La combinación de carnes, especias y el toque de vino blanco seco crea una experiencia gastronómica única. Prepáralas en tu cocina y sorprende a tus seres queridos con el sabor auténtico de la cocina casera. ¡Buen provecho!